La Asociación del Fútbol Argentino decidió echar a Diego Abal luego del error reglamentario que tuvo el árbitro a cargo del VAR en el partido que protagonizaron Gimnasia y Sarmiento. Al mismo tiempo, el futuro del otro juez que lo acompañó la tarde del sábado en la cabina del VAR, Gerardo Carretero, es incierto.
La carta documento salió de las oficinas de la Casa del Fútbol este jueves, por lo que el árbitro de 51 años no dirigirá más en el fútbol argentino. La decisión se tomó luego de su error como responsable del VAR en el partido del último fin de semana entre Gimnasia (La Plata) y Sarmiento de Junín. Obligó a Ariel Penel, el réferi principal, a invalidar un gol lícito del Lobo en los instantes finales del encuentro. “Efectivamente, se lo despidió debido a la mayoría de edad, y en términos legales”, informaron desde la AFA.
En rigor, la edad de los árbitros es relativa y suele usarse como variable de ajuste para dejar en libertad de acción a quienes llegan al límite de los 48 años. Algunos, como Juan Pablo Pompei (por citar un ejemplo) dejaron de dirigir tiempo después de lo que marcan las regulaciones. En su caso, se retiró en 2018 a tres meses de cumplir 50 años. Algo parecido ocurrió con Carlos Maglio, quien dejó el silbato en febrero de 2015 y a cinco meses del medio siglo. Patricio Loustau, en cambio, dejó de dirigir cuando todavía le quedaba un año por delante: fue en noviembre del año pasado, a los 47 años.
El límite de los 48 años para Abal es una mera formalidad legal. “Cometió un error sobre otro”, aducen en la AFA para justificar la decisión. Además, las fuentes informan que sólo Abal es el despedido. Y que no están resueltos, en principio, los casos de Gerardo Carretero (asistente de VAR) y de Gabriel Favale (responsable de FIFA Quality, es decir, del control de calidad de la asistencia por video). No deja de ser una decisión importante para una asociación como la AFA que rara vez decide prescindir de los servicios de un empleado que está en relación de dependencia.
El error en Gimnasia vs. Sarmiento (Junín)
En el estadio del Lobo nadie sabía lo que había cobrado Ariel Penel, el árbitro principal del partido. Primero, era gol de Felipe Sánchez. Después, y a instancias del VAR, el marcador se revirtió al 0 a 0 original. Según los asistentes de video había offside de Alan Lescano. Pero el jugador platense recibía la pelota desde el banderín de córner. Una de las jugadas para las que el reglamento establece que no hay posición adelantada. Es decir, un error grosero que se transformó en una injusticia para Gimnasia, tal como dijo el entrenador del Verde de Junín, Israel Damonte.
