Los pequeños patitos invadieron las calles de Salta siendo una oferta de vendedores ambulantes y nadie quiere quedarse sin uno. Son personalizados, con sus propios accesorios, y cuestan cerca de $1.000. Se supone que su objetivo es mostrar y contagiar alegría y “buenas vibras”.
Las redes sociales lo hicieron de nuevo. En los últimos meses, aparecieron unos pequeños accesorios que parecen haber salido de la nada: los pollitos kawaii, unos pequeños muñecos personalizables que llegaron a conquistar tanto a niños como a jóvenes y adultos.
Los pequeños patitos ahora invaden las calles con la oferta de vendedores ambulantes y nadie quiere quedarse sin uno. Son personalizados, con sus propios accesorios, y cuestan cerca de $1.000. Se supone que su objetivo es mostrar y contagiar alegría y “buenas vibras”.
¿Cuál es el origen de los pollitos kawaii?
La palabra “kawaii” es un término japonés que originalmente se utilizaba para indicar algo similar a “sonrojarse”. Pero con el tiempo, el término fue adoptado por los hispano y angloparlantes y terminó por utilizarse como un adjetivo que indica que algo es bonito o tierno. Efectivamente estos patitos se ven tiernos con sus pequeños accesorios y tal vez sea por eso que son irresistibles para muchas personas.
Según la fuente que hizo virales a las pequeñas aves amarillas -Tik Tok-, estas pueden tener dos orígenes. Uno de ellos está relacionado a la estética asiática que tiene como uno de sus pilares estéticos la juventud y la frescura. Para verse más aniñados y jóvenes, el asiático suele utilizar accesorios considerados “kawaii”. La globalización hizo lo suyo y fue así como llegaron a todo el mundo.
Otra teoría que explica su origen está relacionada a la película española “Nowhere”, estrenada en Netflix en septiembre del año pasado. Su protagonista, Mía, queda encerrada en un contenedor que cae de un barco y flota a la deriva en el océano. Su compañía serán su bebé, que nace en medio de la odisea, y unos patitos amarillos que salen de unas cajas que viajan con ella dentro del contenedor.
Sea cual sea el origen, lo cierto es que estos accesorios ya conquistaron a un enorme público que decidió llevarlos consigo, prendidos en un peinado o en la solapa de cualquier saco.