En este tiempo de carnaval y Serenata a Cafayate, uno de sus creadores sufre la provocación de energúmenos que sin excusas pintaron la cara del busto que evoca al poeta salteño. Este ataque es a la cultura salteña y a su memoria.
La emblemática plazoleta Del Cochero esta ubicada en la esquina de las calles Lavalle y Joaquín Castellanos. Es un lugar en donde la ciudad le rende homenaje recordando a Cesar Fermin Perdiguero como una de las figuras más relevantes de la cultura, la historia y la actividad periodística popular de la provincia.
Un hombre de letras
En su primera juventud, a los 17 años, él estudiaba en la Escuela Normal de Maestros de Salta y ahí lo conoce a Eduardo Falú. Empiezan a hacer cosas juntos, tenían un dúo. Fueron a Buenos Aires, trabajaron en Radio El Mundo, ahí hicieron las primeras producciones junto a Falú, él la poesía y Eduardo la música. Generan obras del cancionero popular argentino muy importantes como Tabacalera, India madre, Huayquitina, Coquita y alcohol o La niña.
Su amor por el periodismo
Después de separarse de Falú, retornó a la provincia y se dedicó al periodismo: empezó siendo redactor, después incursionó en la radio, luego fue director de la radio y director de un diario. También fue director de turismo y cultura de la provincia, fue secretario de gobierno, diputado provincial. Todo empezó con Perón. En el 55, cuando cae Perón, era director de turismo y cultura de Salta.
Creador y locutor de la Serenata a Cafayate
La que el más disfrutaba Cesar Fermin Perdiguera era la locución, era un gran presentador de festivales. Fue locutor, animador, inventó la Serenata a Cafayate junto con Arnaldo Etchart. Y ese festival ya cumple 50 años. De hecho, el predio tiene su nombre. También fue libretista, locutor y formó parte de la comisión directiva de Cosquín.
Hombre de radio
En sus audiciones hablaba de las cosas insólitas de la ciudad: aparecidos, duendes, el hombre de la bolsa. Tenía unos personajes muy interesantes que hacía desfilar y pasear por Salta, en Cochereando en el recuerdo. De esas dos décadas logramos rescatar 100 audiciones. Primero era en vivo, pero después comenzó a grabar cuando aparecieron las cintas de grabadores inmensos y esas cintas se reutilizaban así que hubo mucho material que se perdió, porque nadie pensó, ni él mismo, que eso iba a tener un valor importante en la historia de Salta.
El creador de Cochereando en el recuerdo o Cosas de la Salta de antes fue un apasionado del periodismo gráfico y radial y, sobre todo, un enamorado de la tierra que habitó y eligió. Había nacido en Buenos Aires por lo que él mismo definía como un “accidente ginecológico, no geográfico”, por una disputa entre sus padres, pero antes de cumplir su primer año ya residía en Salta. En su primera juventud conoció a Eduardo Falú, luego al Cuchi Leguizamón y a Manuel Castilla, a César Isella y a Juan José Botelli. Con ellos y otros artistas sumó más de treinta canciones al acervo popular.