En el último partido como local previo a la final de la Copa Sudamericana, Racing logró una agónica remontada sobre Independiente Rivadavia en el Cilindro, que estuvo en un 50% de aforo tras la suspensión por el recibimiento ante Corinthians. La Academia arrancó perdiendo por el tanto de Victorio Ramis, pero Adrián Martínez en el primer tiempo y Juan Fernando Quintero con un exquisito tiro libre sobre el final sentenciaron el 2-1 definitivo para seguir prendido en la pelea por la Liga Profesional tras 22 fechas.
El gol agónico
El triunfo de Racing se explicó por la maravillosa pegada de Juanfer Quintero. Cuando el tiempo apremiaba y todo parecía indicar que la repartición de puntos iba a dejar una sensación de derrota en el Cilindro, Vietto recibió una infracción a unos 25 metros del arco de Centurión y comenzó la asamblea entre los posibles ejecutores. Lucho, el colombiano y Martirena se reunieron para acomodar la pelota y el ex River no lo dudó: “Lo meto, dejame a mí que lo meto”, soltó a sus compañeros. Y la figura surgida de la Comuna 13 de Medellín cumplió. El Monito, como se lo conocía en las calles de la tierra paisa, la acarició para colgarla del ángulo que provocar un delirio masivo, a pesar del aforo reducido con el que contó el conjunto de Avellaneda. La Academia ganó y presiona a los líderes del certamen.
Acorta distancia
A cinco puntos de Huracán y Vélez, el elenco albiceleste aguardará con ansias la presentación del Fortín en la cancha de Riestra. Luego presentará un equipo alternativo frente a San Lorenzo y luego partirá hacia Paraguay en busca de su máximo objetivo: la gloria continental.
