El Milagro ya se hace sentir en el casco histórico de la ciudad de Salta. El domingo, pasado el mediodía, un grupo de amigos santamarianos llegaron emocionados a los pies de las Sagradas Imágenes del Señor y la Virgen del Milagro.
Fueron 16 bici peregrinos que partieron desde Santa María, Catamarca el jueves por la noche junto a tres vehículos de apoyo. “Somos un grupo de amigos de un club de fútbol de veteranos y ya hace 9 años que venimos a cumplir con los patronos”, cuenta Carlos Garnica, uno de los biciperegrinos que no contuvo la emoción de haber llegado a la Catedral y agregó: “Este milagro vengo con un pedido especial, por la salud de mi familia y de mi padre, sobre todo, es eso lo que me tiene muy emocionado”, dijo.
El bici peregrino Carlos también contó cómo fue el camino hasta llegar a Salta: “por suerte estuvo muy lindo, nos tocaron días muy lindos”. El grupo pedaleó más de 270 kilómetros, que les llevó aproximadamente un día y medio de recorrido.
Juan Pablo, contó que son un grupo de amigos de los sábados de fútbol y que por lo menos hace 10 años que realizan esta muestra de fe. “Hay personas de más de 59 años, otros jóvenes, es una mezcla de todos, es una amistad muy linda y más que nada la veneración y la fe que tenemos en la virgen y el señor para nosotros es muy grande y una alegría para nosotros cumplir un año más”, expresó.
Jorge Mirabal también es otro integrante del grupo de bici peregrinos recién llegados. “Siempre venimos y es la segunda vez que lo vivo con mi hijo. Pedaleamos desde el jueves a la noche y ayer llegamos a Coronel Moldes a las tres de la tarde, hicimos noche y esta mañana salimos temprano para aquí”, detalló.
Jorge resaltó la cálida bienvenida que les dieron los salteños y el acompañamiento de los efectivos policiales para resguardar su seguridad: “llegar a Salta y el recibimiento de la gente te hace emocionar muchísimo y nos aplauden. La Policía nos escoltó desde El Carril”. El bici peregrino agregó que este año repite los petitorios de años anteriores como la salud de la familia y el trabajo.
FUENTE: ELTRIBUNO